La sonrisa de un niño eleva una sonrisa en los corazones de los hombres, entre mas duro sea mas enternecedora existe para este hombre, esa risa esa presencia que expide una noble causa incluso para quienes no la observan, existe, se crea y evoluciona hasta perder poco a poco su encanto al pasar de los años, y escuchar un sonido similar regresamos a nuestros instintos de bondad mas profundos y tendemos a enamorarnos por el recuerdo de nuestras mentes a una sonrisa que nos recuerda que existió un momento en el tiempo donde no había dolor ni rencores por la carencia de conciencia y prejuicios sociales. La ternura esa fantástica sensación de querer proteger sin importar las sensaciones nos evoca un lamento cuando se descubre que somos nosotros los que tendemos a provocar el dolor por perder parte esencial de la cordura de la inocencia, el no identificar algo mágico en una situación sencilla motiva a la razón misma que provoca una sensación de maldad cuando no se esta preparado o no se tiene un corazón sincero y satisfecho con su realidad.
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